domingo, 7 de febrero de 2010

Un testimonio de vida...



Testimonio: ¡Gracias a Dios...! Cuando nos dio la providencia, a través de nuestros hermanos, la posibilidad de ofrecer nuestro testimonio, pensaba la forma de contarlo de modo que...no hiera, no ofenda, no lastime. Sí que anime, sí que de esperanza, sí que motive.
Alejandra del Pilar nació, para alegría de nuestra familia, el día que “Boca” salió campeón, un domingo, día del “Señor”, 17 de diciembre del año 2000. Viajamos desde Sauce, un pueblo vecino distante a 87 km de nuestra Curuzú Cuatiá. Cuando me llama el ginecólogo para darme en brazos a mi anciada hija, me dice que había algo, no para preocuparse. Sí para ocuparnos. Dependiendo, de esa urgencia de ocuparnos o no de ella, las posibilidades de su vida. Un compañero de trabajo, que tenía auto me cobraba el combustible, $ 100 o teníamos que cubrir los intereses comerciales para la ambulancia: $ 900.

A las 23 hs. de haber nacido Alejandra salía de su primera gran operación en la Clínica del Niño de Ctes. Un pariente de mi señora de Sauce y mi madre nos dispuso algunos pesos. Esa navidad fue una navidad distinta, pero Jesús llegó aunque no podíamos abrazar a nuestra hija Rita Abigail, que quedó con sus abuelos en el campo. Regresamos a Sauce, sin saber qué contar, solamente que le habían operado a nuestra hija recién nacida.
Unos decían que tenía síndrome de Down, otros que nació sin algunos órganos vitales, otros, que Alejandra era un monstruo. Lo cierto es que nosotros disfrutábamos en el dolor, a nuestra preciosa hija, tan linda como la primera, estaba con nosotros. A los diez días, enero ya, debimos volver a Corrientes, le realizaban la segunda intervención quirúrgica, para colocarla una válvula de derivación, porque tenía principio de hidrocefalia. Debíamos conseguir para pagar los descartables, porque no nos reconocía la obra social. Luego de 20 días regresamos a nuestra casa. Nuestra hija más grande con alergia. Cada semana debíamos ir a control, viajar a Ctes. Con 6 o 7 hs. de viaje. No nos reconocía nuestra obra social los gastos de transporte, de estadía, de medicamentos. Comenzamos a buscar un lugar dónde alquilar, en Curuzú Cuatiá, para que Alejandra comience a tener atenciones médicas de su pediatra que en Sauce no había, el Dr. Sánchez. Me dio Dios otra penitencia, bajé del colectivo, fui al barrio de suboficiales y me dijo Don Vallejo que regrese a la tarde, porque él estaba ocupado. A las 18 hs. me concedió en condición de alquiler, la casa n° 18. Traslado, dejar nuestra casa, muebles rotos. . .

Nadie nos conocía, no conocíamos a nadie. Queríamos niñera. Todo una odisea. La conozco a una mujer, llamada Nina, me sugirió como niñera a otra mujer: Meri. Después de Meri: Analía. Y comencé a venir por sugerencia de Nina a la Capellanía: San Cayetano. Yo era uno de ustedes, venía a la misa cada que me elegían para padrino, para que me saquen la foto y quedar bien con mis parientes. Cuando me casé porque era como parte protocolar de la reglamentación civil del pueblo argentino. Después chau Jesús. Si me daba cuenta o me acordaba, sacaba mi gorra al pasar por la calle. Vengo un día y le pido al “cura” que quería quedar bien con mis familiares, para ello tenía que bautizar a Alejandra. Entonces sale un ángel de Dios, un amigo de todos ustedes y particularmente mío: Ramón Espinoza. Y me habló mucho, me hizo pensar mucho. Mientras tanto Alejandra tomaba un jarabe: ditropán. Vomitaba tres veces, la volvíamos a dar. Le hacíamos sonda vaginal, para sacarla la orina de su vejiga, porque no tenía sensibilidad en sus órganos, por tanto no evacuaba por sí misma. Un día sale esa orina con sangre. Entre el llanto de su madre y mi propia desesperación vamos al pediatra, llamamos a su urólogo de Ctes. Y nos dicen: -No se preocupen. Como esta, miles de veces le va a pasar. Háganle un urocultivo y después vemos qué le damos cuando tengan los resultados. Tenía infecciones urinarias, la dábamos furadantina, dos, tres veces. Vomitaba. Arcadas. Vamos a control y Ale no se sentaba, nos sugirieron 3 sesiones de kinesiología por semana durante un tiempo. Nadie atendía en Curuzú por IOSCOR.
La madre de Alicia y un tío nos aconseja llevarla a un “cura” sanador, el padre Ignacio Perié. Con quien ocurre el primer milagro. Fabiana Gasso acepta atenderla. En bicicleta, desde el barrio de suboficiales hasta Irastorza y Posadas tres veces por semana a las 18:30, frío, calor, viento sur, no nos quedábamos. Voy a mi trabajo todos los días que no llovía, 11 km. después de Cazadores Correntinos, y mi señora en conducción hasta Cazadores. Al año y dos meses Alejandra se sienta, al poco tiempo gatea, y un bien día se baja, se prende por las dos camas, la que dormía su hermana y la nuestra y comienza a dar sus primeros pasos. ¡Gracias Jesús!
Alejandra comienza a usar ortesis. Tenía piebot. Hay que operarla para acomodar con tiempo su postura, cuidar su cadera y permitir que se pare.

Al poco tiempo a raíz de una ecografía, detectan que Alejandra tiene reflujo, motivo por lo cual debía ampliarse su vejiga. Lloramos, rezamos y nos preguntábamos:¿porqué tanta maldición?
Maldecíamos a los Santos y a Dios por darnos esa hija. Durante seis horas esperamos, hasta que el médico nos dijo que todo salió como esperaban pero...que debíamos seguir rezando. Los médicos también rezan. . .pensamos.

Ustedes recordarán el año 2004, leí una de las palabras el 7 de agosto en la misa de la fiesta patronal. Ese día un amigo me presenta al Padre Orlando Sánchez. Cura Párroco de Don Bosco. Cuando llego a casa, ese mismo amigo me dice: prepárate se viene algo muy importante para nosotros dos. Al año siguiente “San Cayetano” me entrega en las manos de “Don Bosco” y comienzo a trabajar en el Colegio salesiano. ¡Gloria a Dios! Ese mismo año que leí la palabra, salí 5° sorteado, por INVICO en el Club Curuzú. Llovía y no pude ir a mi escuela del campo, entonces a las 15 hs. Jesús golpea a la puerta, por medio de una señora que ni se el nombre y me dice:-Señor preséntese mañana en la sala Sanchez Ávalo. ¿Quién dice, no tiene suerte? Al otro día me entregan las llaves de una vivienda,¿qué número piensan Udes. que fue? La 17. La fecha exacta que Alejandra nació. ¡Gracias a Dios!
En diciembre del año pasado, festejo de los 6 años de Alejandra. Comida chatarra, palitos, puflitos, chicitos, y todos los “itos de aceite. Pero ella no puede consumir nada de sal. Alejandra tiene un ataque el 24 de diciembre. Se desmayó y reacciona en mis brazos ya en el consultorio del Dr. Sánchez. Luego de visitas a Dres. en Ctes. por algunos “valores” elevados en su hemograma, nos explican tres caminos posibles con Alejandra: Diálisis peritoneal, hemodiálisis o adelantábamos su partida hacia el cielo, para ello necesitaba colocarse urgente una fístula.

Desde entonces un largo manoseo de médicos, trámites burocráticos de la obra social, y un poco de indiferencia de las autoridades competentes, comienza nuevamente. Nos hicieron ir el 4 de julio, Ale ya estaba internada con la vía, sedada, en ayuno desde las 10 de la mañana. Con todo lo que significa contenerla para que tolere el suero, el ayuno, la paciencia. Y a las 17:30 viene Dr. Millán y nos dice que no se podía hacer la intervención quirúrgica, por otra urgencia. Nuevamente Dios golpeó la puerta de la casa 28 del Barrio Zugasti, y Mariano González junto a Don Daniel Coco Flores, nos dijeron si queríamos salir en su medio a ver si alguien nos hacía caso, a raíz de una nota que mi señora Alicia Correa, por indignación y desesperación la había enviado anteriormente.
El 11 de julio de 2007 a las 18 hs. Alejandra se coloca, gracias a la intervención exitosa de los médicos, y la innumerable cadena de oraciones que hacían, tanto hermanos de la comunidad de San Cayetano como de la comunidad de Don Bosco. ¡Gloria a Dios!
Compañeros de trabajo, amigos, parientes, nos tildaron de escandalosos, que deseábamos popularidad, que necesitábamos que nos feliciten, que se congratulen con nosotros. Mentiras. Puras falasias. Seguimos rezando por ellos.

Ahora, cada uno de ustedes tendrá en su corazón un latido distinto. Cada uno pensará aunque sea acá adentro distinto. Contará aunque sea esta misa de otra forma.
Yo como padre de familia humildemente, como padre de Alejandra y de Rita, les pregunto hermanos: ¿Qué es lo que queremos o venimos a buscar a la Iglesia?
La misericordia. Practiquemos, entonces, la misericordia terrena y el Padre nos dará la misericordia celestial.
El reconocimiento. No seamos indiferentes a la pobreza espiritual y material de nuestros hermanos y Dios nos proveerá la riqueza espiritual y material que necesitamos.

El perdón. Perdonemos a nuestros padres, a nuestros hijos, a nuestros vecinos. Jesús tiene reservado un paraíso de justicia para nosotros.
La indulgencia. Tratemos de dar gracias a Dios por todo lo que nos está dando.
La gracia. No seamos desagradecidos con Dios al darnos manos sanas, pies, mente, cuerpo, sangre corazón y vida. Miren este cuerpo con cinco operaciones la alegría de vivir que tiene.
El reino. Implanten el reino de Dios en el corazón de este mundo tan hipócrita, desde el momento del bautismo somos llamados a ser parte de la iniciativa divina.
La felicidad. Entonces dejen de preocuparse por las cosas materiales, por la excesiva preocupación por el honor, la pedantería, la vanidad, lo superficial, lo exótico.
Ustedes seguramente pensarán, después de todo lo que le he contado, que Alejandra está postrada, está agonizando, está sin voluntad. Nada de eso. ¡Gracias a Dios! Es desobediente. Es ansiosa. Es comedida. Es desordenada. Pelea con su hermana. Hace renegar a su adre. Me hace despertar brotes de ira y de cólera. Udes. dirán estos padres viven tristes, contagian depresión, malestar en su trabajo, mala onda a sus alumnos. Udes. dirán que pasamos mil veces por psicólogos, que estamos estresados, que tomamos dos o tres pastillas calmantes, que pasamos por dos o tres curanderas, por parapsicólogos, por mentalistas. Jamás. No los odiamos porque son un mal necesario. Pero nuestro único remedio simbólico que hay en casa es una botella de agua bendita, que cada que quiere golpear el diablo nuestra casa, la tomamos uno o dos tragos. Hay pan bendecido y muchas imágenes de Santos. Que no tenemos problemas. Sí, discutimos, nos ofuscamos, nos enfrentamos. Pero no dejamos al diablo que se adueñe de nuestros temperamentos.
Por último les cuento algo de un santo: De repente, una extraña enfermedad lo obligó a recostarse en la cama y Marinoni llamó inmediatamente al médico. Pero de nada sirvió. Los médicos le aconsejaron poner un colchón sobre su cama de tablas, él respondió: “Mi salvador murió en la cruz; déjenme pues, morir sobre un madero”. El santo pidió los sacramentos para poder morir en paz. Lloró por sus pecados, besó por última vez la imagen de Cristo en la cruz y cerró los ojos para siempre, el día del Señor un 7 de agosto de 1547, momentos en que la capital de Nápoles estaba en sangrientos tumultos. Al día siguiente ocurre el primer milagro, cesaron las hostilidades. Dios había escuchado los ruegos del Santo, por los cuales se entregó en cuerpo y alma. ¡Glorioso San Cayetano!
En nombre de mi familia: Alicia, Rita, especialmente Alejandra y yo, les pido que no vengan a saludarnos, abrazarnos, besarnos- vengo todos los días y no he visto que nadie haya besado esa cruz misionera. Hoy es el día de Decirle a Jesús. ¡Gracias a Dios! Moriste por nosotros en esa cruz. Y aférrense a ella, abrácenla a ella, salúdenla a ella, bésenla a la cruz. No tengan resabio de llevar en alto cada uno su cruz. Es un privilegio que Dios nos otorgó como responsabilidad cristiana. Debemos hacerlo no con actitud de resignación, como símbolo de muerte sino de fortaleza, de esperanza, de resurrección, de misericordia y de perdón.
(Testimonio dado por papá de Alejandra el 6 de agosto de 2007)
En uno de esos tantos viajes que hacemos permanentemente a Buenos Aires,para control "pretrasplante" de Alejandra, nos tomamos el honor de sentarnos en el "helicóptero" de Cristina...

Ale también va a la escuela...






En todos los actos o actividades extraescolares,Ale participa como cualquier otro compañero...



Ale también va a la escuela...

Alejandra, a pesar de su "tratamiento de hemodiálisis" nunca postergó su formación cognitiva,su esfuerzo más el apoyo constante de sus maestras: Seño Alida y Seño Gladis permitieron que hoy ya pase a 3º grado.